José Luis Daza, economista: “No hay una idea más mala que plantear que la negociación laboral por rama”
El economista planteó que es muy difícil crecer a más del 3,5%, pues todavía el Gobierno tiene una tendencia a proponer medidas “muy extremas”. También abordó los primeros seis meses de Javier Milei en Argentina y los pasos de la Fed en Estados Unidos.
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Como ha ocurrido en los últimos años, José Luis Daza es uno de los protagonistas del tradicional seminario que realiza Moneda Patria Investments y que, en esta ocasión, puso el foco en las próximas tres décadas. Como siempre, el economista radicado en Estados Unidos provocó con sus declaraciones, sobre todo las relativas a Chile y Argentina. No por nada en distintos sectores se entiende que está asesorando a la administración de Milei y que, en el caso local, conversa con Evelyn Matthei. Todo un cuadro que nutre un rol que tuvo con el excandidato presidencial de republicanos, José Antonio Kast.
“Es común que me asocien a diferentes candidatos de diferentes gobiernos. En el pasado lo hicieron con el Gobierno de Sebastián Piñera, me han asociado a Matthei, a Kast y ahora me están asociando a Milei. Mi costumbre es no responder, porque es solamente especular, así que prefiero no responder en el tema. No voy a cambiar de política en este momento”, se limita a comentar.
Pero donde se explaya es sobre Chile, pues estima que creciendo a un ritmo de 2,5% “no nos vamos a desarrollar”.
“El sector público chileno es ineficiente, da malos servicios, es burocrático y ha aumentado su planta de trabajadores en un número que nosotros ni siquiera sabemos (…) antes de meter más impuestos, hay que hacer un análisis profundo de cómo hacer más eficiente el sector público”.
“Los seis meses de gestión de Milei en Argentina son simplemente extraordinarios en los logros y porque era muy probable que terminaran en una hiperinflación”.
Para desarrollarnos, argumenta, “necesitamos hacer muchos cambios, muchas reformas y, sobre todo, cambiar la forma de pensar en donde tenemos que poner el crecimiento en el centro de las políticas públicas”.
Para ello, añade, “necesitamos un profundo cambio de un enfoque asistencialista a uno donde hacemos que a través del crecimiento de la economía aumenten los ingresos, los salarios, los empleos. Entonces, se requiere un cambio en la forma, en el approach que hemos venido siguiendo durante la última década”, explica horas después de exponer ante la audiencia que concita Moneda.
- ¿Y cómo se enfrentan los debates que están aún pendientes en el Congreso, como la reforma de pensiones y los cambios al impuesto a la renta?
- Lo primero que tenemos que hacer es un análisis de cómo aumentamos en forma importante la eficiencia del sector público.
El sector público chileno es ineficiente, da malos servicios, es burocrático y ha aumentado su planta de trabajadores en un número que nosotros ni siquiera sabemos.
Entonces, antes de meterle más recursos a algo que ha sido un pozo negro de productividad, creo que hay que hacer una profunda transformación y aumentar la eficiencia del aparato estatal. Para eso tienes que empezar con la reforma del Código al Trabajo. Tienes que poder despedir empleados públicos. Mientras no puedas despedir empleados públicos, por más que analices qué programas no sirven, por más que analices qué partes hay que cerrar, por más que analices en dónde hay exceso, el exceso de trabajadores vas a seguir igual.
Entonces, antes de meter más impuestos, hay que hacer un análisis profundo de cómo hacer más eficiente el sector público.
- ¿Con algunas reformas estructurales pendientes en el Congreso considera que esta administración no podrá superar la valla del 3% de crecimiento anual?
- La verdad es que no tengo un número de crecimiento de Chile, pero con estas tasas de inversión, con estas rigideces, con toda la tramitología, es muy difícil que podamos crecer más del 3,5%, y creo que todavía el Gobierno tiene una tendencia a proponer medidas muy extremas.
Si nosotros vemos, por ejemplo, qué se necesita para enfrentar los enormes desafíos e incertidumbres laborales que se vienen los próximos 30 años, creo que no hay una idea más mala que plantear la negociación laboral por rama, eso es volver al siglo XVIII y no entender la heterogeneidad de las empresas en Chile.
Las diferencias en la cantidad de capital por trabajador, en velocidad que tienen que trabajar unas versus otras. Es un sistema totalmente heterogéneo y, en vez de descentralizar la toma de decisiones, lo queremos centralizar y que unas pocas personas en una sala decidan los salarios y decidan las formas.
Seis meses de Milei: “Simplemente extrordinarios”
- ¿Cuál es el análisis que tiene de estos primeros seis meses de la gestión de Javier Milei en Argentina?
- Creo que los seis meses de gestión de Milei en Argentina son simplemente extraordinarios en los logros, dada la herencia que recibió, una bomba de tiempo, y era muy probable que terminaran en una hiperinflación. Consiguieron lo que habría sido aún mucha más pobreza, lo que habría sido eventualmente más recesión y habría dejado secuelas importantes.
Lograron evitar ese escenario con un programa muy duro, doloroso, pero absolutamente necesario. Esto es solamente una primera etapa. Solamente tienen un ancla fiscal.
“Ahora tienen que hacer reformas microeconómicas para que Argentina pueda volver a crecer”.
“No nos deberíamos sorprender si este año la Fed no baja las tasas de interés”.“Hay una enorme incertidumbre política en EEUU, no solamente con respecto a las políticas que seguiría Trump, sino que a la institucionalidad”.
Ahora, lo que tienen por delante todavía también es importante. Tienen que consolidar lo que los economistas llamamos un ancla monetaria y para eso necesitan seguir avanzando y anunciar nuevas medidas. Entre ellas, cómo progresar hacia un sistema bimonetario. Ellos quieren tener un sistema en donde opera el peso y el dólar, y eventualmente poder liberar el control de cambios y dejar que la moneda flote.
- ¿Hay varias reformas que son resistidas por diversos sectores?
- Ahora tienen que hacer reformas microeconómicas para que Argentina pueda volver a crecer. Es un Estado sobredimensionado, sobrerregulado, con enormes ineficiencias que son difíciles de explicar. La cantidad del desperdicio, del robo, la corrupción que hay ahí.
Pero hay grupos de intereses muy soterrados, muy enraizados, que van a perder; y ahí están empresarios, grupos empresariales, los sindicatos, políticos que van a dar una pelea para que esto no cambie.
Y la verdad es que las reformas más profundas van a tener que esperar hasta que el año que viene cambie la composición del Congreso, una elección que sería en septiembre.
El manejo de la Fed: “Bastante razonable”
- Respecto a la situación de Estados Unidos ¿Qué análisis tiene del curso seguido por la Reserva Federal?
- Creo que la Reserva Federal ha sido bastante razonable. Se demoraron en subir las tasas de interés, inicialmente se confundieron con la inflación diciendo que era temporal cuando no lo era, pero una vez que subieron las tasas es bastante razonable.
Creo que vamos a estar en un mundo de tasas de interés más altas que las que existían antes.
Mi impresión es que van a ser sumamente cautelosos en bajar tasas. La verdad es que nadie sabe cuándo las van a bajar, pero yo he sido de las personas que pensaban que la economía estadounidense estaba muy robusta y que es muy posible que este año no bajen las tasas. No está claro. Pero no nos deberíamos sorprender si este año no bajan las tasas de interés.
- ¿Eso cómo se empalma con el proceso eleccionario que vive EEUU, por ejemplo, si gana Trump?
- Hay una enorme incertidumbre política en EEUU, no solamente con respecto a las políticas que seguiría Trump, sino que a la institucionalidad. La verdad es que Trump es absolutamente impredecible respecto a lo que va a hacer.
Desde el punto de vista económico, va a ser muy proteccionista. Ya ha demostrado en el pasado ser muy expansionista fiscalmente y, en términos generales, creo que sus políticas van a ser tan inflacionaria como lo serán las de Biden, tanto o más; así que no creo que haya mucha diferencia en eso.